Estudio de la variación de presión de vapor en mezclas de alcoholes y análisis de pasivación por efecto de aditivos

Abstract

Este estudio se lo realizó en la Refinería de Esmeraldas, dentro del Laboratorio Químico, con el propósito de evaluar la variación de presión de vapor en mezclas de alcoholes y análisis de pasivación por efecto de aditivos en procesos de formulación de combustibles en la industria petroquímica. El diseño metodológico que se utilizó fue de tipo cuantitativo, y a través de él se realizaron los diversos análisis químicos enfocados al variado comportamiento de la presión de vapor en mezclas de alcoholes y a su vez, analizar la pasivación por efecto de aditivos. En el estudio de campo, se ejerció los respectivos análisis químicos, utilizando diversos equipos e instrumentos, tales como: Equipo para la medición de presión de vapor aplicando la normativa ASTM D5191-19, equipo para el análisis del número de octanaje (RON) utilizando la normativa estándar ASTM D2699-21, asimismo, el equipo para analizar el efecto de pasivación, mediante la espectroscopia infrarroja por transformada de Fourier (FT-IR), afianzándose en la metodología ASTM D5845. Los resultados obtenidos en esta investigación se pudo observar que en la mezcla de gasolina extra con ISOPROPANOL, se obtuvo una presión de vapor 47,63 Kpa, en donde se decremento la presión de vapor a medida que coloca mayor concentración de ISOPROPANOL, y asimismo se genera un octanaje RON de 90,38, para incrementar la potencia y mejorar el rendimiento del motor, produciendo un ascenso escalonado del octanaje de algunos alcoholes; por otra parte, se realizaron los ensayos químicos de gasolina extra con butanol e isopropanol y se pudo obtener una presión de vapor promedio de una presión de vapor de 46.83 Kpa misma que permite una mejor optimización en el proceso de combustión y minimice las emisiones de carbono y de igual manera se evidencio un octano RON de 93,99, permitiendo potencializar el rendimiento del motor. Asimismo, en la mezcla de gasolina extra con el alcohol isoamílico, se pudo obtener la mayor presión de vapor de 46.20 Kpa, mejorando el proceso de combustión, estabilizando las propiedades del combustible con gasolina extra, generando un alto octanaje que sobrepasa a todos los alcoholes participantes en el estudio, reflejando un octanaje de 96.48 RON mejorando exponencialmente el rendimiento del motor y del combustible.